Valjean andaba desamparado, hasta que toca la puerta del Monseñor Charles Bienvenu Myriel, quien le da hospedaje en su casa.
Empieza a tomar conciencia de todo lo que ha hecho en su vida, decide cambiar su nombre a Madeleine. Se enriquece y empieza a ayudar a los más necesitados.
Admirado y querido por el pueblo, es obligado a tomar el cargo de alcalde.
Una humilde y sacrificada madre soltera, Fantine, deja a su querida hija Cosette al cuidado de los posaderos Thenardier, antes de morir. Jean Valjean se proponía proteger a la niña. Entonces rescata a la huérfana de la casa de los Thenardier. Se van a Paris donde educa a la niña con su gran fortuna en un convento, en el cual él trabajaba de jardinero.
Cuando salen del convento Cosette ya es una señorita y conoce a Marius, un muchacho de bajos recursos perteneciente a los principales grupos revolucionarios de la época. Este se enamora de Cosette y viceversa.
El ejército francés se enfrentó con el pueblo, Marius es salvado de la muerte por Valjean, al ver como sufre Cosette por la posibilidad de perder a Marius.
Jean siempre estaba perseguido por Javert, un policía al que no le gustaba la corrupción. Al salvar a Marius, se encuentra con Javert, quien decide suicidarse al no hacerlo prisionero, faltando así a lo que él consideraba su deber.
Valjean muere en una vieja casa, y unos minutos antes de morir llegan Cosette y Marius lo cual hace que Valjean pueda morir tranquilo sabiendo que hay alguien que cuidara de su tesoro más preciado Cosette.
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